“Todos tenemos la vocación de ser salvados. Todo el mundo cristiano tiene la vocación de realizar su salvación. Y el resto del mundo tiene la vocación de llegar a ser cristiano.”

Las piezas poéticas que presentamos en este volumen pertenecieron, en su origen, al Misterio de la caridad de Juana de Arco, obra que Péguy publicó en 1909. El conjunto está dividido en tres partes. La primera constituía el final del Misterio de la caridad. Este final fue quitado por Péguy durante las pruebas de galera. Las otras dos partes estaban insertas en medio del poema, en lugares difícilmente identificables. Recién en 1926, Albert Béguin las reagrupó y las publicó con el título que presentamos, y Marcel Péguy, hijo del poeta, volvió a hacerlo en 1957.

Al sumergirnos en su lectura, podemos imaginar el motivo por el que el autor -aún descartándolos de la publicación original- se resistió a desechar sin más estos fragmentos. Comprendemos que se trata de fragmentos, sí, pero que nos permiten asomarnos a un todo que nos invita y nos espera.