Nos acostumbramos a decir que los principales ejemplos de santidad son los de vocación religiosa e incluso a decir que son los únicos. En este libro vemos que la santidad también es una realidad en la vida conyugal de aquellos que han recibido el sacramento del matrimonio y han enriquecido su unión con Cristo.

A lo largo de este recorrido de veinte siglos, en todo el mundo, exploramos las vidas de santos que, siendo tan normales como extraordinarios, se destacaron por la dedicación a su vocación matrimonial. Sus testimonios inspiran, conmueven y nos desafían a reflexionar sobre nuestro propio compromiso con la misión y la generosidad en el matrimonio, imagen del amor de Cristo a su Iglesia.