“El método preventivo no es una creación de Don Bosco, el santo genio de la educación: es la aplicación de las enseñanzas de los santos a la educación de los jóvenes, que fue la vocación que recibió este santo de manos de la Santísima Virgen María. Nace de la caridad sobrenatural, por la cual deseaba Don Bosco educar a los jóvenes para que fueran «buenos ciudadanos y buenos cristianos».

Este libro comenta y explica pedagógicamente y teológicamente el sistema educativo de Don Bosco, haciéndolo asequible y aplicable para la educación, en estos tiempos de secularismo, liberalismo y socialismo, tres «ismos» incompatibles con el cristian«ismo».” (Contratapa)

“Pero para la educación no basta el encuentro entre el educando y factores extrínsecos que inciden en la naturaleza del educando, se requiere el fin, que es la causa principal del encuentro, lo que orienta la actividad educativa hacia los fines que perfeccionan en su ser del hombre en orden al fin último de la educación que es Dios. Se requiere una relación intencional, efectiva, virtuosa, configurándolos con los modelos o paradigmas de perfección, de manera especial el modelo absoluto que es Dios. Y para alcanzar dicho fin, se deben dar medios adecuados y proporcionados, medios naturales y sobrenaturales, con un buen contenido en lo que se enseña. Es en este ámbito donde entra el método preventivo, método que nos dice: mejor es prevenir que curar, corregir y castigar, ayudando al niño a que no caiga en el mal y favoreciéndolo para que crezca en la verdad, en el bien y belleza.” (pág 16)