Para Hilarie Belloc, historiador universal de renombre, el Gólgota representa la tragedia más honda y dolorosa de la humanidad; las Cruzadas, el drama más cruento y de consecuencias más lamentables para la civilización cristiana.

Vale la pena dejarse llevar, a través de estas páginas, por la mano firme y amiga de este hombre que ha penetrado con singular preocupación en el pasado, y que nos muestra cómo las Cruzadas -con sus tribulaciones, penurias, pestes y derrotas y con sus victorias brillantes y sus conquistas heroicas- dejaron huellas imborrables en la historia religiosa del mundo y en las tierras por las que pasaron los hombres que “tomaron la Cruz”.

No olvidemos que Belloc es, ante todo, un católico fervoroso. Para él las cruzadas no significan otra cosa que la culminación de un pleito secular entre la Cristiandad y el islamismo; pleito que el mismo Belloc no piensa que haya terminado todavía.

En sus últimas obras, aún en sus biografías -como en Richelieu-, Belloc sostiene que aún se cierne sobre el mundo cristiano, y, especialmente sobre el católico, la amenaza de Oriente. No oculta su temor por los designios que del mundo musulmán pueda albergar sobre el de Cristo.

Hilaire Belloc, émulo de Chesterton, ha escrito sobre los mas variados temas, siempre escrupulosamente documentado.

Las cruzadas es, por su reducida extensión, un ensayo histórico, y por su contenido, una obra documental artísticamente lograda.