El proyecto Humanidades aspira a promover un diálogo con nuestra tradición. El objeto es la propia cultura, considerada bajo el aspecto de las humanidades, desde sus raíces (que hemos tratado en el volumen I). Es una cultura que se entiende como humanista, en tanto intenta ser un desarrollo de la perfección humana. El Cristianismo le da su forma definitiva en la Cristiandad Medieval (volumen actual), y por medio de España llega a América, fundando un Nuevo Mundo, la Cristiandad americana (volumen III).

Pretendemos formar en nuestros estudiantes un sentido de pertenencia e identidad. Para que sepan de dónde venimos, cómo estamos constituidos. Para que se sumerjan en una gran cultura. No buscamos el registro de hechos sino la formación del sentido histórico.

La primera dificultad es la gran ignorancia que se da en torno a este período de nuestra vida. A veces se la presenta como una edad oscura o poco culta, con hombres poco civilizados. De hecho, el nombre de Edad Media tuvo un sentido peyorativo, que hacía referencia a una Edad en la que no hay nada especial, simplemente está entre dos grandes edades. Tratamos de evitar el nombre, pero hablamos a veces por razones de retórica elemental, de Edad Media. No discutimos el contenido. Simplemente mostramos: obras de arte sin igual como son las catedrales medievales, sumas de saberes arquitectónicos, matemáticos, pictóricos.: grandes hombres y mujeres, que no son fruto de una improvisación, sino que han podido fructificar gracias a un humus cultural: grandes poesías, grandes reyes, grandes monumentos jurídicos, poéticos y de enseñanza: grandes santos. Parafraseando a Newman, parecería que un proceso secreto y silencioso se fragua en el corazón de muchos. Una belleza terrible nace en esta edad. Con todos los contrastes imaginables.

Chesterton sintetiza esta edad diciendo: “el enigma de la Edad. Media era no una edad sino dos edades. Miramos las costumbres y modales de algunos hombres y creemos estar en la Edad de Piedra; miramos la mente de otros y parecieran vivir en la Edad de Oro, en la más moderna de todas las utopías”.

Los invito a introducirse en la Cristiandad Medieval, en la que se hacen grandes cosas simplemente por Amor: a la Verdad, al Bien, a la Belleza. A Dios, el Punto Fijo que mueve el sol y las estrellas.