Pocas obras de espiritualidad cristiana han gozado de tanto éxito y difusión en las últimas décadas como La Nube del No Saber. Síntesis de las principales corrientes de la mística medieval y escrita en un lenguaje accesible, La Nube del No Saber describe con gran belleza y profundidad el método de contemplación de Dios.

La Nube del No Saber es obra de un contemplativo inglés del siglo XIV, probablemente cartujo. Dentro de la mística occidental, La Nube del No Saber se inscribe en la tradición del apofatismo o teología negativa, cuyo principal exponente fue Dionisia Areopagita, aunque el autor recoge también la herencia de San Agustín —como lo muestra el papel preponderante que en la contemplación atribuye el autor al amor y al conocimiento amoroso por encima del conocimiento intelectual— y de Ricardo de Saint Victor. La Nube del No Saber sintetiza, pues, las dos corrientes espirituales esenciales del Oriente y el Occidente cristianos, de un modo que se ajusta y conviene al alma occidental medieval.