EL JARDÍN DE MARÍA MAGDALENA

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La obra que me toca prologar se ocupa de la figura de María Magdalena y de su estrecha relación con el Jardín. Ella sabía, como dice el Cantar de los Cantares, que «Dios habita en los jardines» (8, 13-14). Los Evangelios refieren a María Magdalena doce veces, de las cuales once se vinculan directamente con la Pasión y con la Resurrección de Jesús (Mc. 15, 40.47; 16,9; Jn. 19, 25; 20,1-2; 11-18; Lc. 24,1-11; Mt. 27, 55-56.61; 28,1; Lc. 24,10). En el Evangelio de Lucas (8, 2) se nos dice que María Magdalena fue liberada de siete demonios.

El Padre Comandi inicia su reflexión a partir de la Secuencia que se pronuncia en la Pascua. Este cántico, Victimae paschali laudes, expresa: «Dic nobis Maria, quid vidisti in via?» (;Qué viste, María, en el camino?).

Aquello que presenció, ciertamente, fue la mismísima Resurrección. Pero, también, vio algo mientras transitaba su camino. Y eso que vio en su camino, como cada uno de nosotros lo percibe cuando transita, es el Camino, Es el Señor el que se llama, a sí mismo, Camino. Pero para este ver, tanto para María Magdalena como para cada creyente, no basta la sola luz de la razón: necesitamos del auxilio de lo Alto. Una ayuda que nos permite ver aquello que no se percibe con la pura razón natural. Para reconocer a Jesús como el Salvador del mundo necesitamos que, al igual que los discípulos de Emaús, la gracia sobrenatural nos «abra los ojos» (Lc 24, 31).

La historia de María Magdalena se nos presenta, nos dice el Padre Comandi, como un itinerario que, teniendo su comienzo en las tinieblas (María estaba poseída por siete demonios) concluye en la Luz de la Resurrección. Fue ella la que primeramente es testigo directo de la Resurrección del Señor. Vio en el Camino su propio camino, y así su vida entera se convirtió en ofrenda.

Carlos Daniel Lasa, Presentación (fragmento)

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Descripción

ÍNDICE

Presentación

Preludio

Victimae paschali laudes

Et tenebrae super faciem abyssi

Et lux in tenebris lucet

Iuxta crucem Iesu

In valle umbrae mortis

Sedentes contra sepulcrum

Ad montem myrrhae

Tollite lapidem

Et facta est lux

Quaesivi illum et non inveni

Lacrimatus est Iesus

Et plantavit Dominus Deus paradisum

Et non sciebat quia lesus est

Unus enim est Magister vester

Iam noli me tenere

Vidi Dominum

Super flumina Babylonis

Dic Nobis Maria, quid vidisti in via?

Información adicional

Peso 0,25 kg
Dimensiones 14,5 × 20,5 × 1 cm
Autor

Editorial

Alfa

ISBN

sn

Páginas

177

Formato

Rustica sin solapas