“El título merece una breve explicación. A pesar de su aparente embrollado nombre, enchiridion (se pronuncia enquiridion) no significa otra cosa más que manual, es decir, un pequeño manual que deja ver algunas enseñanzas o experiencias que se transmiten a un joven. Sin ningún tipo de vanidad ni falsa modestia, el tiempo, lo vivido, las lecturas, las amistades van mostrando de qué se trata esto de vivir. Famosos son el Enchiridion del estoico Epicteto, compilado por uno de sus discípulos, y el de Erasmo de Róterdam, Enchiridion militiis chirstiani.

Inspirados en ellos es que decidí llamar a este rejunte de poemas con el nombre que encabeza como título. La elección de las sextinas hernandianas es por demás obvio debido a las palabras previas. Pero también he recuperado otros viejos poemas dentro de un mismo tema (para hablar en términos musicales) tales como romances, cuartetas o décimas, como si se tratase de una breve rapsodia. Todos ellos dentro de un tejido común y un fin específico.

He intentado que todo sea considerado un único poema, pero la multiplicidad de los temas y algunos estilos intercalados quizás no lo permitan. Por lo que me decidí a dejar sin título ni división las sextinas, salvo una nota al pie que indica el contenido del poema. De ese modo, quiero pensar, puede leerse de corrido he ir recogiendo algunas de las hojas que han caído en mi otoño.

El canto criollo tiene un modo de sentido vital, pedagógico y existencial que difícilmente se encuentre en otras culturas. Su riqueza temática y poética han sido mi compañía (y lo continúan siendo) en tantas horas de zozobra y de profunda alegría.

Espero que este breve escrito poético llegue a algún corazón racional y comprenda que la poesía es un poncho que jamás nos deja sin cuidado a la intemperie.

Daniel Heredia, Palabras del autor