SU MAJESTAD DULCINEA
$ 26.300,00
Presentamos aquí la profética novela del P. Leonardo Castellani. Aquellos que conocen su trama y singular clarividencia sabrán recomendarla
El relato fantástico, y sin embargo (verosímil en sus días) y dolorosamente real en los nuestros, nos ofrece la figura de una Iglesia cuyo rostro se desfigura frente a la traición de sus jerarcas; una Patria cuya naturaleza se diluye en el mundialismo triunfante; familias fieles, diseminadas a lo largo del territorio, que sin embargo deben batirse contra un Estado asfixiante y una Iglesia difícilmente reconocible, sujeta a los poderes de este mundo, a quienes rinde pleitesía a costa de la Fe cuyo depósito le ha sido dado custodiar fielmente.
Es en ese contexto, en ese cuadro lacerante para los últimos testigos del drama personal de la santificación hasta el martirio, y del drama universal a través de la renovación de la Pasión de Cristo reflejada ahora en las persecuciones y dolores de su Cuerpo Místico; es allí, en ese marco trágico pero esperanzador a su vez, que destaca la figura del “Cura Loco”, como signo de contradicción para el mundo y luz de los últimos reductos de devoción y custodia, relegados a las proverbiales catacumbas, que se vuelven un hecho real y cotidiano: ya no una memoria heroica del cristianismo primitivo, sino una lección del pasado que se renueva en la propia carne, en la propia fama, en la propia existencia de todos aquellos que, trenzados a la tradición católica, se ven forzados a perderlo todo por salvar lo más preciado: la propia alma.
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Descripción
“Dulcinea Argentina, nuestra Reina. Ella representa a la Reina del cielo a quien acabáis de invocar, representa a la Patria, representa a la Iglesia, y representa la Hermosura, que es uno de los nombres de Dios, por el cual nos batimos. Es una realidad, es una mujer real, que aunque intangible a todos, es de todos nosotros. Ella corre peligros mayores que los nuestros, ha hecho hazañas mayores que cualquiera, y sufre en su corazón la desolación y la ruina de este país en el cual nació como nosotros, peor que todos nosotros juntos. ¡Doblad todos la rodilla izquierda, no delante de una pobre mortal, sino delante de lo que ella divinamente representa!”.
(IX, DULCINEA, pág 102)
“Pero Dios nunca ha pedido al hombre que venza sino que no sea vencido. Si con recta conciencia caemos, con recta intención y evitando en nuestra lucha toda maldad y mentira, hemos dado testimonio de que creemos que lo divino existe en lo humano, hemos atestiguado indirectamente la Encarnación del Verbo, y hemos traspasado a Dios la obligación de la defensa y la venganza. Bien sé yo que los estados son cosas creadas -y creadas por el hombre por cierto -y que un día serán instrumento del Hombre de Pecado, Hijo de la Perdición. Pero mientras no me conste que ya todo está viciado y no hay ya resquicio a la esperanza, tengo derecho -tengo derecho porque tengo deber- de propugnar todos los valores humanos y culturales creados por la Iglesia del Occidente, y que llevan para mí el nombre de República Argentina…
(X, EL SERMÓN DEL CURA LOCO, pág 113)”
Información adicional
Peso | 0,1 kg |
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Dimensiones | 21 × 15 × 2 cm |
Autor | |
Editorial | Alfa |
ISBN | sn |
Páginas | 376 |
Formato | Rustica con solapas |